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martes, 31 de enero de 2012

Cuentos de un tabano

Tengo un padre escritor que por falta de recursos no ha podido publicar sus libros.
Pero creo que va siendo hora de que vean la luz.
Cuentos de un tábano, es una serie de 41 cuentos habiendo en cada uno de ellos una enseñanza.
Solo esperero que disfruteís tanto de ellos como él al escribirlos.
Os iré poniendo capítulos para que podaís leerlos.

 

Prólogo


En un hermoso pueblo, situado en un valle, vivían un matrimonio, sus cuatro hijos y los padres del esposo.
El marido tenía 43 años, era un hombre de estatura media, curtido por el duro trabajo que exige la tierra.
Al nacer le pusieron de nombre Pío; su madre justificaba su nombre, alegando que como era mujer de pocas palabras, al llamarle tendría que hacer poco esfuerzo.
Su mujer se llamaba Fidela, era menudita, vivaracha, muy trabajadora y todo el tiempo que tenía libre, que era poco, lo dedicaba a ir a la iglesia o a rezar el rosario.
El mayor de los hijos tenía 15 años, se llamaba Prudencio; el segundo, Agapito, la tercera Paula y la cuarta Petra, de doce, diez y seis años respectivamente.
El abuelo se llamaba Agustín y la abuela Julia. Agustín rozaba ya los 70 y Julia los 75.
Ambos habían quemado sus vidas en las labores del campo, que deja una huella indeleble. Frentes arrugadas, espaldas encorvadas, manos minadas por la artrosis, apenas podían andar. Sus cabezas plateadas y sus ojos - que es donde el alma tiene sus ventanas - serenos, limpios, tristes; y sólo alegres cuando venían sus nietos de la escuela, sacándoles de su ensimismamiento, con sus besos y sus risas.
En las largas noches de invierno, al calorcillo que desprendían los troncos de roble, olivo o haya, se reunían todos y gustaban de contarse cuentos, historias o batallitas.
Así se les hacían más cortas, al tiempo que aprendían unos de otros y se divertían.
Los cuentos que vienen a continuación, son el resultado de unas cuantas noches de aquéllas.
Van dedicados a los niños, que lo son por su edad y a los que crecieron, pero no perdieron el niño que todos llevamos dentro.

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