(c) 2011. Todos los textos publicados en este blog son propiedad intelectual de Anastasio Herminio González Sánchez.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

El anciano


Paseando por un parque
me encontré con un anciano
Dije: señor, buenas tardes
hace un día soleado.

No está mal dijo el anciano
¿Permite que este a su lado?
Como usted quiera amigo
suelo estar siempre tan solo.

¿Es que no tiene usted familia.
Vivo en casa de mi hija
mi yerno y mi nietecita.
Mi mujer murió hace un año
y nos queríamos tanto...
No sabe lo que sufrí
el día que la perdí.

Veníamos a este parque
aquí en este mismo banco
casi no quiero acordarme
siempre termino llorando.
Mas no quisiera aburrirle
contándole yo mis penas.
¡No señor, qué disparate!
Por favor, siga con ellas.

A mí me gusta aprender
de aquellos que van de vuelta
porque hay que reconocer
que la vida es la que enseña.

Tengo ya setenta años
siempre trabajé en el campo
con mi mujer y mis hijos
pero se hicieron mayores.

Vinieron a Barcelona
porque en el pueblo los pobres
nunca hubieran sido nada.
Yo me quedé con su madre
aguantando el temporal
hasta que murió la pobre
de una muerte natural.

Solo no podía estar
así que vine con ellos
para así poder pasar
los días que quiera dios.

Acordaron un año con cada uno
y aquí me tiene rodando.
¡Dios a lo que llega uno!
¡Que quemes toda tu vida
pa sacarlos adelante
y cuando los necesites
no te den más que desplantes.

¡¡¡Abuelo!!!Qué hace en la cama
Es que tengo mala gana
¡¡¡Cuento es lo que usted tiene
ya es hora de que se levante
y no me ensucie usted el water
que se está haciendo muy cerdo!!!
Lo procuraré mujer
pero no me armes escándalo.
¡¡¡Si es que está usted insoportable
Dios mío qué peste de hombre!!!
¡¡¡Por qué no se va a la calle
hasta que a comer le llame!!!

Y yo por no revolver
no digo nada a mi hijo
porque al fin es su mujer
no quiero que tengan lios.
 
¡¡¡Tu padre me tiene harta
en cualquier sitio ceniza
anda por toda la casa
no te rías, no es pa risa!!!

Pero mujer ten paciencia
no ves que ya es muy mayor
vive su segunda infancia.

¡¡Cállate Juan, por favor
tú no tienes que aguantarle
pues es tu padre, lo sabes
¿Por qué yo he de soportarle?
un día vienes y no me ves!!.

Y yo llorando en la cama
oyendo toda la escena
Así que por la mañana
me vine donde mi hija.
Ésta es una buena hija
y el yerno un hombre estupendo
es poco todo lo que diga
de su buen comportamiento.

¡Cuando eran pequeños
con todos me porté igual!
¿por qué son así ahora ellos
y me pagan bien con mal?

Cálmese señor, tranquilo
¿sabe usted lo que le digo?
que si hay un dios en el cielo
les dará su merecido.
Tiene una hija estupenda
una nieta que le quiere
un yerno que le venera
y a mí, pa lo que desee.

Te lo agradezco de veras
me has levantado la moral.
Tranquilo, hasta mañana.
¡¡Adiós y gracias chaval!!.

Moraleja:
Hoy eres joven
mañana... anciano
los hijos, lo que ven
¡Mucho cuidado!


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